"La quiniela clandestina se lleva un 20% de lo que recauda el juego oficial", protestó Mary Volpi de Radusky, vicepresidenta de la Cámara de Concesionarios Oficiales de Quiniela de Tucumán. De acuerdo a las declaraciones que la mujer realizó a LA GACETA, es poco lo que se hace desde los organismos oficiales para combatir este flagelo. "Nos dijeron que detuvieron la vez pasada a uno de los principales ?levantadores? de la zona Este. Pero no pasa nada, la situación continúa siendo grave", expresó Volpi. En Tucumán hay 71 concesionarios oficiales, de los cuales dependen unas 1.100 subagencias. "Los clandestinos están evadiendo impuestos con su actividad. Y uno de los principales problemas es que en nuestra provincia es sólo una contravención policial", manifestó la representante de los quinieleros.

En octubre, el gerente de Juegos de la Caja Popular de Ahorros, Juan Orlandi, había precisado que la quiniela oficial recauda mensualmente un promedio de $60 millones. Tomando en cuenta las estimaciones de la Cámara de Quiniela, el juego clandestino se llevaría unos $12 millones mensuales.

"Desde el Ministerio de Seguridad nos responden que nosotros deberíamos seguir las causas que se inician cada vez que se detiene a alguien, pero esa no es nuestra misión", dijo Volpi.

Las autoridades de la entidad informaron que realizarán una presentación ante la Federación Económica de Tucumán (FET) para que ellos realicen gestiones ante el Poder Ejecutivo para combatir el juego clandestino y, además, solicitar mayor presencia policial en las zonas de las agencias.

"Los subagencieros no pueden pagar seguridad extra; no les alcanza el bolsillo. Y la Policía nos da como respuesta, luego de cada robo, que contratemos un servicio adicional. Eso sí, toda concesión que paga este servicio, no sufre ningún asalto", expresó Volpi.